2015/10/12

Libro: EL FABULOSO HOTEL MAMÁ

Hasta fines del siglo pasado, existían únicamente dos posibilidades inmediatas para los muchachos que salían del colegio: los estudios superiores o el trabajo. 

Como las universidades eran muy pocas, lo segundo era lo habitual que, además, era la antesala del matrimonio, los hijos y la casa propia. Hoy ocurre lo contrario. 

Los hijos salen del colegio, no saben lo que quieren, se toman un tiempo largo para pensarlo y, cuando lo hacen, se equivocan en la elección de la carrera que creían que les iba a gustar. 

A los aplicados, les gusta tanto estudiar que pueden estar en la universidad tranquilamente diez o doce años; primero obtienen un título profesional y, a renglón seguido, continúan con los posgrados. Cuando terminan este proceso superan los 30 años. 

El autor llama a la generación de hoy como la del “dedo pulgar”: pendiente del celular o tablet, del último correo electrónico, mensaje o llamada perdida. Sin ir más lejos, comienza uno de sus capítulos señalando que “tienen trabajo, aportan escasamente al hogar y no piensan en independizarse, porque opinan que nunca van a estar mejor que junto a sus progenitores”.


“El joven no quiere irse de la casa de sus padres porque le tiene miedo a enfrentarse al mundo laboral”, señala Vigorena. Pero lejos de ser una amenaza al crecimiento personal y profesional, esos cambios en el mundo laboral son para el autor una oportunidad de encontrar nuevas formas de empleo distintas al trabajo fijo y estable, como el tele-trabajo, free lance, por resultados o proyectos.

“Nunca ha habido tantas oportunidades como hoy para emprender, sólo que no están vestidas con ropa de trabajo fijo. Esta es una gran oportunidad para educar al joven del siglo XXI”, sentencia Fernando Vigorena.


Este libro, en un lenguaje sencillo, juvenil y atractivo, resulta ser una invitación a la reflexión y al aprendizaje en torno a la crianza y la capacidad de asumir responsabilidades. También sugiere a los padres cómo conseguir que se vayan del hogar, sin que esta medida signifique una ruptura. 

Titulo:      EL FABULOSO HOTEL MAMÁ 
Autor:       FERNANDO VIGORENA
Editorial: RENACIMIENTO

Cómo hacer que tus hijos adultos se muden de casa

Como padre, tal vez tengas sentimientos encontrados respecto a si quieres o no, que tu hijo se mude de casa. Por un lado disfrutas de su compañía, o no quieres que sienta que lo estás echando de la casa. Por el otro lado, tal vez sientas que no está dando lo mejor de sí mismo, y si no haces algo, nunca se convertirá en un ser auto-suficiente. 

En primer lugar debes ser honesto y confrontarlo. Debes decirle todas las cosas que te hacen sentir incómodo debido a que él sigue viviendo en casa. No dejes que te hagan sentir culpable o que tu culpa evite que le menciones todo lo que sientes. Algunas razones son muy obvias, como el hecho de que tomen tus cosas personales sin pedirlas. Otras, son más personales y embarazosas, como escuchar a tu hijo intimando con su novia, o el hecho de que a esta edad todavía le tengas que lavar hasta su ropa interior.
Considera si verdaderamente hay una razón por la que tu hijo no pueda vivir por su cuenta ya que los hijos son perfectamente capaces de vivir por si solos, aunque vivan en un lugar pequeño. Si dejas que se quede en tu casa date cuenta de que estas haciendo que tu hijo se preocupe por su comodidad y no por circunstancias verdaderas.

El que desee ahorrar para comprar su propia casa, tal vez sea la razón más legítima. Pero, sólo debes escucharla si te consta que tu hijo es verdaderamente responsable. Debes acordar con él, ¿Cual es realmente la meta y cuanto tiempo tardará en alcanzarla? De lo contrario, morirás atendiéndolo y subvencionandolo

Como padres, enfrenten la situación de forme unida. Es común que uno de los padres quiera que se valla y el otro que se quede.

A veces puede ser difícil de recordar, pero el hijo adulto que vive contigo sigue siendo adulto. Si actúas como padre sobre-protector, tu hijo, se revelara tan pronto como un adolescente; y, los problemas, los enfrentara como si todavía fuera un niño. Situación que, además de resultar desagradable, evitará que desarrolle las habilidades necesarias para enfrentar la vida. Por esta razón, debes desarrollar estrategias que te permitan establecer algunas reglas propias de una relación entre adultos; como tratarlo como si fuera un arrendatario de un cuarto de tu casa. Esto hará que tu hijo se sienta incómodo de vivir en tu casa y considere la posibilidad de rentar un cuarto en otro lado.
 
Marca reglas acerca del ruido y las llegadas al hogar. Muchos departamentos tienen reglas del silencio que van desde las 11 pm hasta las 7 am. Recalca que no quieres oír ningún ruido durante estas horas y menos que este sea provocado por su llegada; de madrugada y bajo los efectos del alcohol. Aclara las consecuencias sobre el cumplimiento de estas normas, advirtiéndole que: “Si rompes dos veces esta regla, deberás marcharte.”
Considera no proveerle comidas. Si le rentas un cuarto a alguien, generalmente, la obligación incluye el paso a la cocina y no su alimentación. Es decir, el arrendatario debe comprar y cocinar su comida. 
Marca los estándares de limpieza. Desde que es un adulto con el que tratas deja que su cuarto sea su territorio. No entres a menos que el olor sea inaceptable. Si esta desordenado solo cierra la puerta y vete. Si su ropa esta tirada a lo largo de la casa, recógela y déjala frente a su puerta. Hasta que la recoja, o se le haga una pila que le impida el paso. También, evita limpiar cualquier cosa que use. Como por ejemplo: ollas, vajillas, vasos, ropa, etc. Él debe saber que convive con sus padres y no con sus empleados. 

Garantízale un poco de privacidad.  Si tu hijo esta siguiendo las reglas no tienes por qué andar husmeando en lo que no te importa.

Sé firme. Tienes que saber bajo que circunstancias estas dispuesto a empacar sus cosas y ponerlas en el jardín. Si no puedes imaginarte haciendo esto bajo ninguna circunstancia, entonces, debes aceptar que es muy probable que tu hijo viva bajo sus reglas y no bajo las tuyas.
Recuerda que tu trabajo como padre es enseñarle a ser independiente y como sobrevivir por si mismo. Tu amor y simpatía no lo ayudarán cuando tú no estés. Recuerda el proverbio chino que dice: “Dale a un hombre un pescado y comerá un día. Enséñale a pescar y comerá por siempre.” Que tenga un trabajo y sea independiente no solo te ayuda a ti, si no también a él. Siempre lo puedes ayudar con un poco de dinero extra, simpatía, amor y entendimiento; cuando veas que esta batallando un poco. Pero dejarlo que batalle será bueno para ayudarlo a construir su carácter y dejarlo que aprenda a ser fuerte.

2015/10/11

¿Esta comprometido(a) con la persona correcta?

Cada vez más son las teorías que defienden que el amor es un cóctel químico en el que sus ingredientes varían según la etapa en la que uno se encuentra. En una primera etapa de lujuria, se liberan hormonas como la testosterona y el estrógeno. En cambio, con el enamoramiento tienen mayor importancia la adrenalina o la melatonina, mientras que en la fase final, de apego, se libera oxitocina, hormona muy relacionada con la maternidad.

Como vemos, ya están muy desarrolladas las explicaciones científicas sobre el proceso de enamoramiento, lo que no están tan claro, sin embargo, son los motivos que nos llevan a sentir la conocida sensación de las mariposas en el estómago. Quizá en un primer momento lo lógico es que nos llamen la atención aquellas personas que poseen cierto atractivo, pero ¿qué es el atractivo?, ¿es algo objetivo?, ¿por qué hay personas que sabemos que son atractivas pero no nos gustan?

No parece sencillo encontrar una respuesta para estas cuestiones. Quizá lo único que se tenga claro es que el amor no es, al menos, totalmente, ciego. Por mucho que demos importancia a la personalidad, también hacemos caso a la apariencia física. En una encuesta realizada, a mil personas, cerca del 78 % de los encuestados opinaban que la atracción física es muy importante. Sin embargo, este atractivo avanza hacia un factor más emocional con el paso del tiempo.

Que le demos importancia al atractivo no significa que siempre mantengamos una relación con alguien que nos lo parezca. También se puede acabar enamorado de una persona que en un primer momento no nos llame la atención ni lo más mínimo o a la que encontremos numerosos aspectos negativos con el paso del tiempo. Cuando esto ocurre es importante que las razones por las que esa persona no nos gusta sean mucho menos profundas que los motivos por los que sí. Esta clave parece propia del sentido común, pero no ocurre tanto como se podría esperar.

Stephen J. Betchen, terapeuta matrimonial y doctor por la Universidad de Pensivannia, señala que a lo largo de su carrera se ha encontrado con diferentes casos que le demuestran que, a menudo, la gente se introduce en una relación seria, o en un matrimonio, sin sopesarlo lo suficiente: “La mayoría de personas son conscientes de que algo no les gusta y siguen adelante. Esto no es suficiente, uno debe tener claro cómo es la persona con la que se va a casar y saber por qué lo hace”.

Una relación seria debe tomarse, como su nombre indica, con seriedad y para ello es necesario examinar si realmente estamos con la persona correcta. Está claro que los vínculos afectivos son básicos para su desarrollo, pero también hay que tener claro que con el aumento del compromiso, también es necesario pararse a reflexionar sobre todos los problemas que existen en la pareja, puesto que es habitual que estos empeoren con el paso del tiempo.

Al final la clave para que se desarrolle positivamente una relación es que se construyan unos cimientos sólidos y exista tolerancia. “Sin esa base sólida, cualquier relación se convierte en un castillo de naipes”, opina Betchen. Visto así, no deja de ser paradójico que dediquemos tan poco tiempo a reflexionar sobre un campo de nuestra vida que, a la larga, tiene tanta repercusión sobre nosotros mismos.