Hasta fines del siglo pasado, existían únicamente dos posibilidades inmediatas para los muchachos que salían del colegio: los estudios superiores o el trabajo.
Como las universidades eran muy pocas, lo segundo era lo habitual que, además, era la antesala del matrimonio, los hijos y la casa propia. Hoy ocurre lo contrario.
Los hijos salen del colegio, no saben lo que quieren, se toman un tiempo largo para pensarlo y, cuando lo hacen, se equivocan en la elección de la carrera que creían que les iba a gustar.
A los aplicados, les gusta tanto estudiar que pueden estar en la universidad tranquilamente diez o doce años; primero obtienen un título profesional y, a renglón seguido, continúan con los posgrados. Cuando terminan este proceso superan los 30 años.
El autor llama a la generación de hoy como la del “dedo pulgar”: pendiente del celular o tablet, del último correo electrónico, mensaje o llamada perdida. Sin ir más lejos, comienza uno de sus capítulos señalando que “tienen trabajo, aportan escasamente al hogar y no piensan en independizarse, porque opinan que nunca van a estar mejor que junto a sus progenitores”.
“El joven no quiere irse de la casa de sus padres porque le tiene miedo a enfrentarse al mundo laboral”, señala Vigorena. Pero lejos de ser una amenaza al crecimiento personal y profesional, esos cambios en el mundo laboral son para el autor una oportunidad de encontrar nuevas formas de empleo distintas al trabajo fijo y estable, como el tele-trabajo, free lance, por resultados o proyectos.
“Nunca ha habido tantas oportunidades como hoy para emprender, sólo que no están vestidas con ropa de trabajo fijo. Esta es una gran oportunidad para educar al joven del siglo XXI”, sentencia Fernando Vigorena.
Titulo: EL FABULOSO HOTEL MAMÁ
Autor: FERNANDO VIGORENA
Editorial: RENACIMIENTO