2008/10/02

Comentarios de Interés ¿Será cierto que un 80 por ciento de lectores de blogs no entienden lo que leen?


Por Héctor Velis-Meza


Los blogs, igualmente llamados weblogs o cuadernos de bitácora (listado de sucesos), son sitios webs -en general personales- que se renuevan regularmente; se caracterizan porque son fáciles de administrar.

Los blogs reúnen artículos que escriben personas que sienten la necesidad de expresar una opinión sobre un tema que les interesa o que ofrecen información que estiman que puede resultar valiosa. En los blogs existe libertad plena para difundir lo que se cree conveniente, oportuno o adecuado.

Lo acostumbrado, en esta modalidad, es que los lectores respondan a los autores y que, a partir de los comentarios que se reciban, se pueda iniciar un diálogo. Lo que he observado con preocupación, en los blogs de algunos medios de comunicación, es que un porcentaje de los participantes que se incorporan al coloquio, no comprenden el artículo que originó la conversación en la red. En consecuencia, la charla termina desvirtuada y estéril. Esto comprobaría que es real lo que dicen los estudios respecto de los hábitos de lectura de los chilenos. Alrededor de un 80 por ciento de nuestros compatriotas no entienden lo que leen.

Los diálogos van a ser provechosos, atrayentes y sugestivos si todos los que participan, en primer lugar, han entendido el tema central y si se responde con claridad, precisión, imaginación y elocuencia. También, sin agresividad, que es otra singularidad que he advertido y que, en lo personal, me inhabilita para continuar en un debate.

En los blogs, lamentablemente, están presentes los vicios de sintaxis, la falta de concordancia en las frases que se construyen, los vocablos mal usados, las faltas de ortografía y cierta ausencia de estilo. Lo positivo es que la participación habitual devuelve la práctica de la escritura y la fluidez en la redacción; asimismo acrecienta el vocabulario, estimula la creatividad, aumenta la capacidad de expresión escrita y nos obliga a argumentar con coherencia. Bienvenidos, entonces, los blogs.

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