Víctima de violencia intrafamiliar cuenta su historia en Facebook.
"Sí, aunque me denigre, aunque me vea fea, aunque me vea humillada y víctima, mi marido me agredió de esta manera... ",
así inicia su narración esta joven mujer que intenta que lo sucedido aporte algo positivo para quienes aún no se atreven a romper el silencio
"mi intención es que las mujeres hablen, que pidan ayuda, que denuncien, porque nadie se merece que la traten así".
Aunque no siente temor ante posibles represalias por dar a conocer su caso, la brutal golpiza que le propinó su marido, le impide salir a la calle y seguir con su vida. De hecho, su agresor y esposo, un profesional; está libre y sólo tiene prohibición de acercarse a ella. Sin embargo, las secuelas que le dejo el ataque todavía no logra superarlas, "el martes no pude salir de mi casa, me dio un ataque de pánico. Por eso, la reja tiene llave... es por mi seguridad, ya que la familia de él me tiene amenazada".
Al ser consultada por su vida previa al penoso día de los hechos ella señala que su pareja fue siempre violento,…"siempre, desde que empezamos nuestra relación. El año pasado lo denuncié por violencia intrafamiliar y estuvimos como ocho meses separados. Luego, retorne con él porque estaba enamorada y me prometió que iba a cambiar. Desgraciadamente, le creí y nos casamos en diciembre del 2010”.
Al ser consultada por su vida previa al penoso día de los hechos ella señala que su pareja fue siempre violento,…"siempre, desde que empezamos nuestra relación. El año pasado lo denuncié por violencia intrafamiliar y estuvimos como ocho meses separados. Luego, retorne con él porque estaba enamorada y me prometió que iba a cambiar. Desgraciadamente, le creí y nos casamos en diciembre del 2010”.
El relato de Fabiola toma un giro dramático cuando aborda el motivo que origino la brutal golpiza,…"todo esto empezó el miércoles, cuando me pilló chateando con un amigo. Se puso celoso y discutimos. El jueves, me hizo un escándalo a la salida de mi trabajo... y el viernes, casi me mata”. “Me pegó, me azotaba contra las paredes, me botó al piso y me pateó, me amenazó con un cuchillo... si no es porque me meto al baño y llamó a mi hermana, hoy estaría muerta”.
La historia parece sacada de alguna película terror, en donde el auxilio muere en grito desgarrador pero mudo o en una asistencia cómplice y desquiciada,…"su madre se metió en la pelea para apoyarlo, la familia sabía lo que pasaba entre nosotros, pero le tapaban todo. Incluso, cuando estaba encerrada en el baño escuché que mi suegro le decía a mi marido -límpiate los zapatos, que los tienes con sangre-…".
Tras un silencio, la joven deja escapar un pensamiento en voz alta que nos hace entender por qué, a pesar del castigo recibido y las amenazas que bailan a su alrededor, se decidió a contar su vivencia…“No podemos esperar a que nos maten, porque nosotras (las víctimas de VIF) podremos morir, pero estos hombres tendrán más parejas, que podrían sufrir lo mismo que he pasado yo... no podía permitir que algo así sucediera”.
2 comentarios:
¡¡¡Excelente!!! A la primera que un "hombre-cillo" golpea a su mujer, ésta debe denunciarlo y hacerlo público. Fabiola tardó en tomar esta decisión pero lo hizo y eso es lo que vale. Ahora sólo hay que velar porque ese "hombre-cillo" no la agreda a futuro, pues este tipo de hombres no respeta NADA, ni la censura pública y mucho menos lo dispuesto por la justicia; este hombre debiese tratarse y recibir apoyo de gente cercana que vea el problema tal cual es, ya que su familia (padres) están inmersos en el mismo drama y difícilmente lo ayudarán a tomar la decisión de tratarse con especialistas. Las dos caras de la moneda: un hombre, cuyos actos violentos contra su mujer, tienen su origen en lo que vio de sus padres cuando niño y, una mujer, que es víctima accidental de esos episodios del pasado. ¡¡¡GRANDE FABIOLA!!! Todo el ÉXITO para TI y tu HIJO :*
Me gustaría poder defenderte de ese monstruo cobarde, me da rabia e impotencia no conocer un caso cercano para darle su merecido al desgraciado. No te mereces esto, y esa familia que lo protege merece la peor de las suertes; sigue adela te y no tengas miedo. Ojalá pudiese conocerte para moler a ese desgraciado a puñetazos.
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