De
acuerdo con la investigación, llevado a cabo con ratones de la pradera
(Microtus Ochrogaster) —considerados un ejemplo de monogamia, ya que solo
tienen una pareja durante toda su vida—, la infidelidad del hombre cuando está
"pasado de copas" podría tener una explicación biológica.
Los
investigadores descubrieron que el comportamiento de los roedores es muy
diferente según el sexo. Mientras la embriaguez refuerza la unión y la
sociabilidad en las hembras, los machos muestran un comportamiento huidizo e
infiel.Para llegar a este resultado los científicos realizaron una pequeña "fiesta" para los roedores, donde a algunas parejas se les dio a beber agua y a otras agua con vodka. Se les dejó a solas por 24 horas y después se les presentó a un nuevo grupo de ratones.
Ante
esto, se pudo apreciar que casi el 100% de las hembras, indistintamente si habían bebido o no, prefirieron interactuar
solo con su pareja y se alejaron de los nuevos machos. Por su parte, los machos
"ebrios" huyeron de su pareja y
mostraron mayor interés por las nuevas compañeras. No obstante, los machos
sobrios se relacionaron únicamente con su pareja de siempre.
Según
los científicos, en las hembras el alcohol promueve sentimientos más ansiosos,
lo que las lleva a querer estrechar los vínculos con su pareja.
De
acuerdo al estudio, el alcohol afectó a los sistemas neurolépticos localizados
en el cerebro, que son los que distribuyen información hacia áreas corticales y
subcorticales, esenciales para la regulación de las funciones motoras, áreas
que influyen en los comportamientos sociales y la ansiedad.
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