El juez del tribunal de garantía local, Fernán Rioseco, durante la jornada de ayer, debió atender nada menos que cuatro hechos relacionados con VIF.En su mayoría, con consecuencias leves provocadas por golpes de pies y puños por parte de los sujetos involucrados. Lo que llama la atención es que todos fueron puestos en libertad bajo los requisitos de dar una dirección verídica de su domicilio y no acercarse a sus víctimas durante un año. Uno de los absueltos fue un joven que le pegó a su padre, de 63 años, con golpes de puños y pies, tras una intensa discusión que terminó ayer con la víctima constatando lesiones.
Según el afectado, quien resultó con contusiones leves, el agresor de iniciales J.M.R. es consumidor de drogas, hecho que lo motivó a echarlo del hogar. Sin embargo, su primogénito entró a su vivienda sin su permiso y lo golpeó, por lo que ayer fue formalizado en la fiscalía local por el delito de violencia intrafamiliar.
La pregunta que surgue, inevitablemente, al analizar los pormenores de este último caso; ¿se puede confiar en una persona con estos antecedentes?.
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