La Corte Suprema ratificó la absolución de una mujer que dio muerte a su marido como reacción a 18 años de episodios de violencia intrafamiliar durante el matrimonio, por lo que calificó el homicidio como una defensa propia y de sus hijos.
En fallo unánime, la sala penal del máximo tribunal del país rechazó el recurso de casación presentado contra la sentencia que determinó que no hay responsabilidad de Silvia Salinas Vargas en el parricidio de Arturo Muñoz Jorquera.
Los hechos se remontan al 19 de junio de 2000 cuando la mujer disparó tres veces y dio muerte a su pareja, luego de que éste agrediera a los hijos que tenían en común en un ataque de brutal violencia a los que, según estableció el proceso, el sujeto estaba acostumbrado a desarrollar en el seno familiar.
La sentencia determinó que no hubo infracción en la resolución del Juzgado del Crimen de Rancagua, ratificado por la Corte de Apelaciones que estimó que el parricidio es la reacción a la violencia sufrida.
"Si bien es cierto se encuentra acreditada en autos la existencia del hecho típico, es innegable que concurren elementos latos y contundentes para entender el actuar de la hechora dentro de las llamadas 'causales de justificación'", dice el fallo.
Asimismo agrega que "por consiguiente, no incumbe enmarcarla en una conducta antijurídica, puesto que se presentan plenamente los requisitos de las eximentes de responsabilidad penal, respecto a obrar en defensa de su persona o derechos y de la de sus parientes".
En fallo unánime, la sala penal del máximo tribunal del país rechazó el recurso de casación presentado contra la sentencia que determinó que no hay responsabilidad de Silvia Salinas Vargas en el parricidio de Arturo Muñoz Jorquera.
Los hechos se remontan al 19 de junio de 2000 cuando la mujer disparó tres veces y dio muerte a su pareja, luego de que éste agrediera a los hijos que tenían en común en un ataque de brutal violencia a los que, según estableció el proceso, el sujeto estaba acostumbrado a desarrollar en el seno familiar.
La sentencia determinó que no hubo infracción en la resolución del Juzgado del Crimen de Rancagua, ratificado por la Corte de Apelaciones que estimó que el parricidio es la reacción a la violencia sufrida.
"Si bien es cierto se encuentra acreditada en autos la existencia del hecho típico, es innegable que concurren elementos latos y contundentes para entender el actuar de la hechora dentro de las llamadas 'causales de justificación'", dice el fallo.
Asimismo agrega que "por consiguiente, no incumbe enmarcarla en una conducta antijurídica, puesto que se presentan plenamente los requisitos de las eximentes de responsabilidad penal, respecto a obrar en defensa de su persona o derechos y de la de sus parientes".
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