La noche de ayer, una mujer llegó al Hospital Higueras de Talcahuano, con parte de su nariz cercenada. La policía, al interrogar a la mujer, se enteró que el responsable había sido un hombre de 48 años, ex pareja de la víctima, quien con un mordisco, le había cortado la punta de la nariz.
Según los antecedentes recopilados, el ataque se produjó cuando la mujer de 30 años bajaba del bus, en el sector Brisas del Sol de Talcahuano. En ese lugar fue abordada por el sujeto que en un principio pareció acercarce para saludarla. Sin embargo, y por el contrario, el hombre procedió a morderla con tal violencia que parte del órgano olfativo fue arrancado. La gravedad de la herida motivo que fuera derivada rápidamente al Hospital Las Higueras.
En el centro asistencial se informó que la mujer había sufrido una amputación traumática grave en la punta de nariz. Carabineros -por su parte- dió a conocer que el individuo tenía prontuario policial y que, por esta agresión, fue imputado por lesiones graves.
Comentario de la redacción: Este caso nos trae a la mente –inevitablemente- el recuerdo de Bibi Aisha, la joven afgana que a los 19 años de edad sufrió mutilaciones por parte de su marido y la familia de éste, quienes le cortaron la nariz y las orejas y la abandonaron en las montañas por intentar escapar. Corolario de una serie de injusticias a las que se vio sometida desde niña, cuando fue entregada en matrimonio a un talibán cuya familia abusó de ella durante cuatro largos años. Al parecer estamos lejos de Afganistán pero no tanto de sus costumbres.
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