2013/08/11

El SINDROME DE ALIENACION PARENTAL

El síndrome de alienación parental, consiste en el empeño del progenitor a cargo de la custodia por indisponer al menor en contra del otro progenitor, de manera que el hijo llega a desarrollar una actitud de crítica injustificada y de aborrecimiento hacia el padre.

La madre le enseña a percibir injustificadamente una serie de cualidades negativas del otro, causando de esta manera graves perjuicios a la relación del niño con el progenitor no residente. Según Gadner son cuatro los principales factores que contribuyen al desarrollo de este síndrome.

En primer lugar, el lavado de cerebro consistente en la programación consciente del niño contra el otro progenitor. Por ejemplo, acusándole injustamente de haberlos abandonado o de irse con otra mujer, describirlo como alcohólico o realizando comentarios sarcásticos ("por fin hoy tu maravilloso padre va a venir y se va a gastar algún dinero en ti").


El segundo factor lo constituyen intentos más sutiles, e inconscientes de programar al menor en contra del progenitor que no tiene la custodia. La madre realiza al hijo comentarios del tipo "...te podría contar cosas de tu padre que te pondrían los pelos de punta, pero afortunadamente no soy de esa clase de personas que critica a un padre delante de sus hijos".
También puede actuar de una forma aparentemente "neutral", advirtiendo a los niños que la decisión de visitar o no al padre les corresponde totalmente a ellos. Esta estrategia aumenta la indisposición de los niños contra el padre, desanimándolos al mantenimiento de interacciones y visitas. Otra estrategia a la que también suelen recurrir es hacer que los hijos se sientan culpables por desear mantener contactos con el otro progenitor. Así el niño puede sentirse culpable por "dejar sola a su pobre madre".

En tercer lugar, habría que tener en cuenta los factores internos del propio niño. Normalmente, el vínculo psicológico que mantenía antes del divorcio con el progenitor residente era más fuerte que el mantenido con el no residente. Por consiguiente, ante el temor de que el progenitor custodio lo abandone, el niño tendrá que aliarse con la madre.

Finalmente, factores situacionales también pueden contribuir al desarrollo del síndrome. Por ejemplo, si un niño observa que su hermano es castigado por expresar sentimientos positivos hacia el padre, aprenderá a no expresar esos sentimientos abiertamente. En definitiva, en el síndrome de alienación parental tanto el progenitor con la custodia como el menor comparten unas mismas creencias y conductas en contra del otro. En tales casos se produce una interferencia crónica de las visitas al haber sido aleccionado el menor para que se oponga totalmente a mantener contactos con el otro progenitor.


Cantón Duarte, J., Cortés Arboleda, M.R. y Justicia Díaz, M.D. (2000):
Conflictos matrimoniales, divorcio y desarrollo de los hijos. Madrid, Pirámide.

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