Adriana había sido abandonada cuando tenía un
año, quedando al cuidado de su padre. Leandro, en tanto, descubrió a los ocho
años que era adoptado. La coincidencia: Las madres de ambos se llama María.
Nunca sospecharon que era la misma María.
En el programa de Radio Globo que se dedica a
los reencuentros, la pareja descubrió el misterio que cambió por completo sus
vidas. Fue la propia madre quien reveló que Leandro y Adriana eran hermanos.
Pese a esta revelación, digna de una
telenovela, Adriana contó a la prensa -una semana después de descubrir el
secreto- que no se separarán.
"Solo la muerte nos separará. Todo esto
sucedió porque Dios quiso que pasara", afirmó.
La mujer reconoció que la historia
"hubiese sido diferente si hubiéramos sabido todo esto antes, pero no lo
sabíamos y nos enamoramos".
"Pensábamos que era divertido que
nuestras madres tuvieran el mismo nombre pero como es común pensamos que solo
era una coincidencia", contó Adriana tras el impacto.
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