2016/08/18

Una acumulación de insectos permitió descubrir un femicidio

La Policía Judicial de la Guardia Civil investiga las causas de la muerte de Johana Bertina Palma González, cuyo cadáver fue encontrado ayer tapiado en el cuarto de un edificio de Torrevieja, Alicante, España. 

La mujer de 32 años, era de origen chileno y sus familiares y amigos habían denunciado su desaparición hace dos meses.

La policía de la ciudad informó que el autor del crimen estaría confeso y era la pareja de la víctima. Según el Coronel Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante, Manuel Muñoz, el hombre de 37 años y nacionalidad también chilena, relató que durante una discusión, él la empujó y, a consecuencia de ello; ella cayó, se golpeó la cabeza contra el piso y perdió la vida. Sin embargo, continuó el oficial, será la autopsia la que determine la causa final de la muerte. En todo caso, concluyó; a la fecha, “no existían denuncias por violencia de género”.


El hallazgo del cuerpo se produjo ayer, cuando agentes de la Guardia Civil realizaban una inspección en el edificio donde residía la mujer, a raíz de una denuncia presentada por los vecinos debido a una excesiva acumulación de insectos.

El cadáver se encontraba en un improvisado ataúd que había construido su pareja, en un avanzado estado de descomposición. El sarcófago había sido emparedado en un agujero, donde antes se emplazaba una caldera de agua, y luego, recubierto con cemento.


Fue necesaria la intervención de bomberos para extrar el cuerpo para que la comisión judicial ordenará el levantamiento del cadáver y su envio al Instituto Anatómico Forense de Alicante.

Movilización y Búsqueda

La víctima, vivía -junto a sus dos pequeños hijos y su pareja-, en uno de los departamentos del edificio ubicado en la calle Ramón y Cajal, de Torrevieja; una pequeña ciudad de la provincia de Alicante, España.

Su desaparición había sido denunciada el pasado 13 de junio y su madre, Rosario González, desde esa fecha; no había parado de difundir desesperados mensajes a través de "Facebook", con el fin de obtener la ayuda suficiente para viajar y dar con su paradero.


Fue así que, el pasado 16 de julio, se organizó una cena benéfica en un bar de Torrevieja, para recaudar los fondos para costear su viaje desde Chile a España. 

A su arribo a la ciudad, Rosario González, se dedicó a distribuir carteles con su imagen y pegar afiches por diferentes sectores de la ciudad. Todo, sin dejar de publicar mensajes que apelaban a la entrega de información que condujera a encontrar a su hija.

Uno de los últimos mensajes de la madre pidiendo la colaboración ciudadana lo difundió el 13 de agosto con motivo de cumplirse dos meses de la desaparición: 

“Hoy hace dos meses ya que está desaparecida mi hija Johana Palma. Estoy buscándola y cada día que pasa se hace esta espera más insoportable...No voy a parar de buscarla hasta encontrarla. Las madres, padres que lean esto pónganse en mi lugar, sólo quiero encontrar a mi hija. Muchas gracias”.

Lamentablemente, la respuesta a sus mensajes, sólo vendría a través de un cúmulo de insectos que anunciaban un gran dolor.

Claudia, una amiga de Johana y quien había denunciado su desaparición, manifestó, entre sollozos, que desde el principio había sospechado de la pareja; ya que “hacía vida normal y nunca hizo nada por buscarla, ni salía a pegar carteles”.

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