Mark y Christina Rotondo |
Allí también le
dijeron que él era un “invitado” en su casa y que no tenía ningún derecho de
quedarse allí sin su consentimiento. Aunque le avisaron que tenía hasta el
pasado 15 de marzo para sacar sus pertenencias e irse, Michael siguió viviendo
en la casa de sus padres.
En esas cartas, le ofrecieron 1.000 dólares (casi 3 millones de pesos) para que empezara su vida como independiente. Además, le dieron algunos consejos sobre cómo empezar a hacerlo, tales como vender cosas que tengan un “valor significativo” y conseguir un trabajo: “Hay ofertas de trabajo disponibles incluso para aquellos que tienen una historia laboral corta como tú. Consigue uno, ¡tienes que trabajar!”.
En la última carta, con fecha del pasado 30 de marzo, le dijeron que reparara su carro o si no se lo iban a quitar. Como Michael se rehusó a esto y a irse de la casa, a principios de mayo sus padres acudieron a la Corte Suprema para desalojar a su hijo, indicó el portal citado.
Este martes se
llevó a cabo la audiencia y el juez obligó a Michael a salir de la casa de sus
padres, ubicada en Syracuse, al norte de Nueva York; ante lo cual el hombre, tras
escuchar la decisión de la corte, expresó: “Estoy
indignado”.
Durante la audiencia
Michael alegó que sus papás no le daban comida y tampoco le lavaban la ropa.
Aunque el juez le dio la oportunidad de que llegara a un acuerdo con sus papás,
él se negó.
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