2016/03/09

El Amor a veces se viste de rojo



El 27 de noviembre del año pasado, Edwin Vásquez (25) y Juliana Aguirre (21) llegaron a Santiago desde Colombia. Ya eran pareja, pero no vivían juntos, en Chile comenzarían su nueva vida con el objetivo de mejorar su situación económica.

Edwin Valdés trabajaba en un restaurante del mall Costanera Center. Su pareja, como mesera, también en un local de comida. Vivían juntos en un departamento en el sector de San Pablo y luego pasaron a un inmueble en Huérfanos, en pleno Santiago centro.

Sin embargo, el cambio de vida de la joven pareja colombiana no cambió su mala relación ni tampoco el tenor ni el tono de sus constantes rencillas.

De acuerdo a los antecedentes de la investigación, el sábado por la tarde, la pareja inició una discusión por celos al interior del departamento que compartían. Durante esta, la joven le pegó en el pecho, a lo que Vásquez respondió con una cachetada. Aguirre se defendió con un golpe de puño por lo que el sujeto la tomó por el cuello y la ahorcó.

Luego de tomarse un tiempo en procesar lo ocurrido, el ex policía rural de Colombia, arrastró el cuerpo hasta el baño, y en la tina comenzó a descuartizarla. Según parte de la confesión, su padre -ya fallecido- quien había trabajado en una funeraria, en una ocasión, le habría descrito el modo de desmembrar un cuerpo; por lo que contaba con la técnica para hacerlo.


De esta forma, el mismo sábado en la noche decide botar al río Mapocho -en un puente de Cal y Canto- la cabeza y el tronco de la víctima. En tanto, el domingo por la mañana, lanzó las extremidades, que fueron los primeros restos encontrados cerca de las 16.00 horas.

La Investigación Policial y Detención del Culpable

Al no poder identificar el cuerpo por sus huellas dactilares, debido a que era extranjera, una de las pistas que manejaba la PDI eran sus tatuajes. Por esta razón la policía liberó fotos con cada uno de estos. 

El primero de ellos, en la cara anterior de una de sus muñecas que decía “Juan David” y que estaba adornado por una llave de sol. 
 
El segundo, ubicado en la zona inguinal, una corona que en su parte superior tenía una corona. 

Y el tercero, que se encontraba en la parte superior de la espalda y que decía “Andrea”.

Sin embargo, la respuesta a la identidad de la mujer surgiría  producto de una de las fotografías difundidas y que mostraba un especial diseño de una flor pintada sobre una uña de uno de sus pies. 


Una mujer que -por casualidad vio la imagen- reconoció la manicure que ella misma le había realizado. Fue así que se estableció que se trataba de Juliana Aguirre y se originó la indagatoria que llevó a la detención de su pareja por el delito de femicidio.

La Formalización

El fiscal de la Centro Norte, Ricardo Peña, confirmo que el ciudadano colombiano Edwin Mauricio Vásquez Ortiz, de 25 años; es el autor confeso de la muerte y descuartizamiento de la mujer colombiana encontrada en el río Mapocho. Hecho que a su jefe, mediante un mensaje de Whatsapp, ya le había reconocido con anterioridad.

Durante la audiencia de formalización, el Tribunal decidió dejarlo en prisión preventiva mientras dure la investigación.



Según los antecedentes recopilados, la joven víctima llegó a Chile buscando mejoras laborales. Sin embargo, producto de la violencia y los celos; sólo encontró la muerte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Definitivamente esta sociedad latina es una misógina, donde muchos hombres matan, asesinan, secuestran, prostituyen y violan a las mujeres. ¿Y la justicia? Casi ninguna. Porque no es sino ver cómo la policía y el sistema jurídico sin importar el país, le alcahuetea a los machistas cobardes asesinos como este simio cariculo que mató a esta niña divina. Esa basura no se la merecía. Y le dan sólo 14 años por diz'que cooperar con las autoridades y sin antecedentes, cuando a la vez el asesinato fue uno de los más macabros en la historia de Chile. Es que no tiene sentido. Ojalá lo asesinan dentro de la cárcel malp@r!do HdeP.