La Corporación
para el Desarrollo de la Salud Mental (Codesam), junto a la Fundación San
Carlos de Maipo, desarrolló un plan piloto que tuvo importantes resultados.
Consistió en
una intervención psicosocial a 43 familias de la comuna de Pudahuel con
relaciones basadas en la violencia. Los resultados fueron auspiciosos. Se
observó que en más del 84% de los grupos intervenidos hubo una disminución o
ausencia de conductas violentas hacia los niños y adolescentes. Y en el 92% de
las familias disminuyó significativamente la violencia entre los padres o
cuidadores.
Durante dos
años, San Carlos de Maipo mantuvo el financiamiento del proyecto, que tuvo un
costo de unos $75 millones. Pero los fondos se acabaron. "Aunque nosotros, como centro, recogimos la
experiencia, generamos un programa nuevo con este enfoque. Pero dado que los
recursos son bastante más escasos, porque (el Ministerio) de Salud paga muy
poco por violencia intrafamiliar, no se está implementado con la envergadura
que tuvimos", explica la psicóloga Carmen Gloria Greve, Directora Ejecutiva de la Codesam.
Carmen Gloria Greve Directora Ejecutiva de la Codesam |
Lo increíble es que ningún estamento estatal se interesó en financiarlo. Fue presentado a
los ministerios de Salud y de la Mujer. "Hubo
apoyo, hicimos difusión; pero quedó en la discusión. Todavía no se resuelve
quién atiende realmente la violencia y el maltrato en este país".
Durante esos
24 meses, cinco psicólogos, dos trabajadores sociales y una terapeuta
ocupacional trabajaron con las 43 familias. El programa consistía, en primer
lugar, en restituir los derechos vulnerados de los niños, para luego
extenderlos hacia el entorno familiar.
Había
talleres de conversación, diálogo entre los adultos en conflicto; "era un enfoque sistémico familiar", detalla
la experta, que incluso consideraba atención en los hogares de estas personas.
Luego de ello se realizaba un seguimiento a la familia intervenida, con el fin
de detectar mejoras o retrocesos.
Testimonio
Jessica P.,
por ejemplo, quien fuera usuaria del sistema, relata su experiencia. "Yo tenía dos hijos; un marido alcohólico y maltratador,
que no trabajaba. Yo era el sustento familiar". Los roces
eran constantes, dice. Hubo golpes y mucha violencia. "La
situación llegó al límite cuando mi hijo menor fue abusado sexualmente por un
sobrino de él. Allí el enfrentamiento fue más complicado", relata. La situación
fue judicializada. Ella se separó y comenzó a asistir a Codesam.
Reacio al
principio, su esposo también se unió a las sesiones, aunque ya no vivían
juntos. "Él, de a poco, fue entendiendo e
integrándose al trabajo familiar. Gracias a Dios, superamos los problemas; él
cambió y volvió a la casa. Toma, pero con moderación. Tiene trabajo estable y
vive preocupado de sus hijos y de mí. Ahora tenemos un tercer hijo", dice.
Marcelo Sánchez Gerente General de la Fundación San Carlos de Maipo |
Marcelo
Sánchez, gerente general de la Fundación San Carlos de Maipo, señala que "está faltando dar respuestas a este problema con
modelos como los que desarrolló el Codesam". No es la
solución subir las penas, establecer una agenda legislativa o tener mayor
fiscalización de Carabineros. "Los recursos deben
estar puestos en el factor de riesgo que lleva el femicidio, que es la
violencia intrafamiliar", asevera.
Estadísticas
El 47,4% de
los delitos de violencia intrafamiliar ingresados al Ministerio Público en 2015
corresponden a lesiones. Le siguen las amenazas y el maltrato habitual, según
las estadísticas de la Fiscalía Nacional.
Durante 2015 en su página web el
Servicio Nacional de la Mujer, registra 45 femicidios. Sin embargo, las cifras
del Ministerio Público elevan estos delitos a 74 casos en el mismo período.
Los Resultados
En la comuna
de Pudahuel participaron 43 familias en el programa piloto. Algunas fueron
derivadas por los tribunales; otras, por los servicios de Salud, y las menos
llegaron en forma voluntaria. Los resultados del plan piloto indican que se logró
rebajar en 92% la violencia dentro de la
pareja y 82% en el maltrato a niños y adolescentes.
A la luz de
estos datos cabe preguntarse: ¿Será posible reversar la violencia intrafamiliar
y sus trágicas consecuencias? Interrogante que debiesen replantearse todas las
autoridades involucradas en la detención de este flagelo y todas aquellas que –sin
estar implicadas directamente- deben decidir el financiamiento para sacar
adelante este tipo de iniciativas.
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