Hace pocas horas Valentina
Henríquez Albornoz, publicó en su página de Facebook, nuevas fotografías de lo
que fue su relación con Camilo Castaldi Lira, ahora ex vocalista del Grupo
Musical “Los Tetas”.
“Hay
fotos del matrimonio de mi hermana (en marzo del 2016) en donde aparezco con
moretones en mis brazos y piernas producto de sus golpes o cuando me tiraba al
suelo. Posterior a eso, son incontables las veces, empezó a golpearme en la
cara, me agarraba los brazos y me pegaba cabezazos o me escupía. También me
tapaba la boca dejándome sin poder respirar y él encima mío.
Yo pensaba que iba
a morir, me pegaba en la mandíbula muy fuerte porque yo lloraba y me decía
cállate perra, eso fue lo primero. Luego venía la etapa de reconciliación donde
me pedía disculpas porque estaba drogado o curado y que no terminara con él”.
Según la joven, Castaldi
tiene una adicción a la cocaína y se relacionaba con “delincuentes, narcos y
cualquier persona que se encontraba en la calle e invitaba para drogarse”.
El último hecho ocurrió el
sábado. Según Valentina, se quedó cocinando mientras Castaldi salió a comprar
cerveza: “Al llegar noté que estaba exaltado, aparentemente drogado, por lo
cual no me acerqué y me quedé en el living, no en su pieza. Le dije que la comida
estaba lista y me pidió más cigarros. Le pasé uno y se cayó, y me dijo “qué me
vení a tirar el cigarro?” y me dio una mirada de esas que ya conocía. Le dije
“qué te pasa por qué me miras así?”, y él me respondió, “qué? querí que te
pegue?” Y yo dije “es broma? Por qué?” Y de la nada me dijo “ya, terminamos
ándate maraca culia de mi casa, sale fuera”.
“Me empezó a pegar combos,
me botó, de nuevo sus patadas por todos lados, me arrastró por la casa para
sacarme y no sé cómo pude agarrarme de un mueble para no salir, porque tenía mi
cartera con plata y celular y carnet adentro. Entonces entré y me senté un
segundo y siguió pegándome y en el mismo ojo donde hace una semana me había
hecho el hematoma. No le importó que me estaba sanando ni nada, ni todos los
perdones que me pidió”.
“Me dijo “estay fea,
ándate maraca culia, bitch, fucking bitch hay que pegarle a las weonas, a mi me
importan mis cosas, no las weonas, a mí nadie me puede hacer nada porque soy
amigo de todos los choros y hasta los pacos culiaos también”. Me escupió, me
tiró bebida en la cabeza y tiró mi mochila y chaqueta de cuero por la basura del
edificio. Bajé corriendo y en el lobby me socorrieron unos vecinos y una vecina
que lo conocen bien”.
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